El mejor día de mi vida fue el 10 de agosto de 2007 y aunque suene a cliché tengo que decir que una persona me mostro ese día que el amor no es algo que sólo se ve en novelas o se lee en libros.El día empezó como uno más de los que yo estaba acostumbrada en mi apartamento. Ese día tenía planeado salir con mi familia y así fue que sucedió todo de manera casi rutinaria. De repente, en la tarde recibí una llamada de alguien que había conocido apenas unos días atrás. Esta persona se llama Alejandro y para ese momento no pasaba de ser un niño más de los que yo veía en mi conjunto y me coqueteaba. En ese momento él me dijo que necesitaba hablar conmigo y que tenía que ser ese día. Yo le dije que llegaba en la noche y me dijo que no había problema.En la noche nos encontramos y lo que me dijo fue la experiencia más grande de mi vida y empezó con la siguiente proposición: ‘cierra los ojos y extiende tus manos’. Yo le hice caso y cerré mis ojos con gran emoción pues aunque sabía lo que él me quería decir no conocía el objetivo de cerrar los ojos y extender las manos. De pronto sentí unos papeles diminutos y al abrir mis ojos vi que eran pedazos de papel azul. Él me abordo antes de que yo reaccionara y me preguntó que si tenía idea de lo que eso quería decir, yo por supuesto le conteste que no y él me dijo: "busqué un regalo perfecto para tí que te igualara en belleza y perfección y se me ocurrió regalarte el cielo a pedazos…"
Yo quedé perpleja y después de eso él me dijo de nuevo que cerrara mis ojos y que extendiera las manos. Yo lo hice con más intriga y emoción que la primera vez. Me sorprendí al ver que de nuevo eran papeles pero esta vez eran rojos. Él me hizo la misma pregunta de la primera vez y yo de nuevo le respondí que no sabía nada, a lo que él con una sonrisa me dijo: ’ quiero que sepas que con estos papeles te estoy entregando mi corazón a pedazos’. Después de estas palabras sólo me preguntó que si quería ser su novia y yo sólo (tanto "sólo" puede generar redundancia; te recomendaría cambiar uno de los 2 por "apenas") le pude decir que sí, pues después de esta declaración no tenía dudas de que era la persona que estaba esperando.De ese día hasta aquí han pasado casi diez meses y aún sigue siendo el mejor día de mi vida.
Yo quedé perpleja y después de eso él me dijo de nuevo que cerrara mis ojos y que extendiera las manos. Yo lo hice con más intriga y emoción que la primera vez. Me sorprendí al ver que de nuevo eran papeles pero esta vez eran rojos. Él me hizo la misma pregunta de la primera vez y yo de nuevo le respondí que no sabía nada, a lo que él con una sonrisa me dijo: ’ quiero que sepas que con estos papeles te estoy entregando mi corazón a pedazos’. Después de estas palabras sólo me preguntó que si quería ser su novia y yo sólo (tanto "sólo" puede generar redundancia; te recomendaría cambiar uno de los 2 por "apenas") le pude decir que sí, pues después de esta declaración no tenía dudas de que era la persona que estaba esperando.De ese día hasta aquí han pasado casi diez meses y aún sigue siendo el mejor día de mi vida.
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